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Durante la primera jornada del Congreso de Inclusión Financiera y Medios de Pago, la banca colombiana insistió en lo inconveniente que resulta para el país la emisión de un billete de $100.000 y el obstáculo que esto significa para avanzar en la inclusión financiera.
De acuerdo con el presidente Colpatria, Santiago Perdomo, la circulación de esta denominación afectaría las metas de bancarización que tiene Colombia, que busca llevar a un nivel de inclusión financiera de 84%, y reducir el efectivo de 46% a 25% para 2018.
“Eso no contribuye a la meta. Tenemos que ir buscando que haya menos efectivo en la economía”. De 10 mil para abajo y las monedas seguirán teniendo uso, pero no los billetes grandes porque Las transacciones grandes deberían hacerse a través de los sistemas electrónicos”, indicó Perdomo.
Santiago Castro, el presidente de la Asociación Bancaria de Colombia (Asobancaria), fue más allá y dijo que la emisión de este billete terminará estimulando la ilegalidad. “Nosotros no tenemos por qué seguirle facilitando a la informalidad, al crimen organizado o a los mismos carteles de la droga y la misma subversión el poder transportar más fácilmente el usufructo de sus actividades ilícitas”, afirmó.
Por el contrario, el dirigente aseguró que seguir promoviendo la bancarización en Colombia se traduce en “menor informalidad, negarle facilidad a las redes criminales y negarle la capacidad de poder acceder a unas transacciones más fáciles a través del efectivo”.
Sin embargo, es inminente la emisión del billete de $100.000 por parte del Banco de la República, que considera que llegará a suplir las necesidades del efectivo en el país, y lo emitirá el próximo año.
La Codirectora del Banco, Ana Fernanda Maiguashca, afirmó que llevar la discusión a ese nivel es un error, pues el Banco tiene estudios que muestran que hay ciertas variables en los que la economía va requiriendo billetes de más alta denominación para poder transar más eficientemente.
“Nuestra misión legal es hacer esa provisión de efectivo, la población tiene que tener esa alternativa y lo que tenemos que hacer es concentrarnos en que haya una mejor oferta de medios electrónicos para que las personas puedan hacer esa sustitución y pasar a una economía que tenga medios de pago más formales”, puntualizó.
Acceso y costo, entre los obstáculos
Para avanzar en la inclusión financiera, tanto el Gobierno como los representantes de la banca nacional afirman que hay varios retos por delante que están centrados en garantizar un mayor acceso a los ciudadanos, mayor información y costos más eficientes.
El presidente de Asobancaria le pidió al Gobierno que acompañe con metas y medidas específicas, y que no haya discriminación para el uso del efectivo. Además, pidió que el Gravamen a los Movimientos Financieros (4x1.000) empiece a ir descontarse para los pagos electrónicos.
“En cualquier país está prohibido que un comercio pueda decirle al cliente que si paga en efectivo le hace una rebaja, eso no puede seguir ocurriendo en Colombia”, dijo Castro, quien también recordó que “el Gravamen a los movimientos financieros ha sido una barrera para la bancarización en Colombia y eso uno de los principales obstáculos para reducir el uso del efectivo”.
Finalmente, la Codirectora Maiguashca dijo que si bien hay problemas en términos de costos, de información y confianza, “la industria como el Gobierno han hecho esfuerzos por ir superando esas barreras y lentamente vamos ganando terreno”.