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A pesar de que el crecimiento económico de los Estados Unidos fue revisado al alza en el primer trimestre: 1,2 % frente al mismo periodo de 2016, analistas consideran que ese aumento es modesto con respecto al cuarto trimestre del año anterior, cuando fue de 2,1 %.
Una débil recuperación de la economía estadounidense ha inducido a que expertos consideren como “demasiado optimistas” los objetivos del programa económico y presupuestario de Donald Trump.
Adicionalmente, los gastos de consumo, que constituyen la locomotora de ese país apenas aumentaron un 0,6 % en ese periodo, el menor incremento desde 2009.
En lo que concierne a empresas, las inversiones salieron del estancamiento en que se encontraban, gracias a un aumento de 28,4 % de las inversiones en pozos petroleros y minería, sector sostenido por los esfuerzos de la administración Trump para relanzar la producción de energía.
No obstante, las políticas económicas del mandatario se fundamentan en el presupuesto de un crecimiento de 3 % en 2018, que se mantendría durante una década. Tal proyección se basa, a su vez, en las previsiones presupuestarias que fueron presentadas esta semana.
En este sentido, los economistas prevén que el crecimiento se aceleraría en el segundo trimestre del año. Asimismo, el barómetro del Sistema de la Reserva Federal (Fed, por su sigla en inglés) de Atlanta prevé un crecimiento de 3,7%, frente al mismo período del año pasado.
Mientras que los economistas de Macroeconomics estiman uno de 3,2%.
“Pero incluso con una expansión de alrededor del 3% en el segundo trimestre, el crecimiento del primer semestre apenas llegará al 2%. Y no veo motivos para creer que las empresas y los hogares van a gastar más en los próximos meses”, dijo ayer a EFE Joël Naroff, economista independiente.