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Confianza y subsidios, retos de la vivienda en el 2019
Por el ajuste presupuestal y la recuperación de la actividad edificadora, el Gobierno canceló el programa de subsidio a la tasa de interés hipotecario.
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La Cámara Colombiana de la Construcción en Antioquia estima que este año se venderán 20.300 inmuebles nuevos en este departamento. Foto: Manuel Saldarriaga.
19 de diciembre de 2018
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Sin terminar el 2018, las proyecciones de la construcción de vivienda nueva para el año que viene ya se enfrentan a dos desafíos: la menor disposición de los consumidores colombianos a adquirir este tipo de bienes y la incertidumbre por la carga impositiva que fije la Ley de Financiamiento, que se debate en el Congreso.
En sus estimaciones, la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) prevé un crecimiento de 3,66 % en el número de unidades vendidas en 2019, llegando a 175.600 frente a las 169.432 unidades de este año.
La presidente del gremio, Sandra Forero Ramírez indicó que la inversión estimada para lograr ese objetivo sería de unos 35,2 billones de pesos, y por segmentos 102.200 unidades serán Vivienda de Interés Social (VIS), 50.300 en el segmento medio y 23.100 en el alto.
En Antioquia, se calcula que actualmente hay disponibles 21.220 unidades de vivienda nueva para la venta, y se prevé comercializar entre 21.000 y 23.000 el año próximo.
Pero, el escenario positivo de Camacol tiene un factor adverso: el desplome de la confianza del consumidor. Y es que según la más reciente Encuesta de Opinión del Consumidor del Centro de Investigación Económica y Social (Fedesarrollo) en noviembre ese indicador disminuyó, ubicándose en -19,6 % (ver gráficos).
Específicamente, sobre la disposición a comprar vivienda, la medición de Fedesarrollo lo situó en -8,4 %, que equivale a una caída de 10,9 puntos frente a octubre (2,5 %). Aunque la intención de compra se redujo en las cinco ciudades encuestadas, en Medellín y Barranquilla se mantuvo en terreno positivo.
Reforma y ajustes
Mientras los edificadores abogan por un marco tributario coherente con las metas del sector, en el Congreso la discusión de la reforma tributaria no esta exenta de propuestas que buscan gravar esta actividad productiva.
Por el momento la única iniciativa que sigue en discusión es la de fijar un impuesto al consumo (2 %) sobre la adquisición de vivienda nueva y usada de más de 918 millones de pesos.
Vale la pena anotar que hasta tres semanas, en desarrollo de las discusiones se planteó la eliminación de algunos beneficios, con lo que se ponía en riesgo la construcción de viviendas VIS.
Pero un ingrediente adicional se conoció el lunes, cuando el Ministerio de Vivienda confirmó la terminación de los subsidios para la compra de vivienda cuyo valor estuviera entre 135 y 435 salarios mínimos, es decir entre 105,4 millones de pesos y 339,8 millones (ver Paréntesis).
La cartera sostuvo que esa decisión, con la que el Gobierno intenta balancear el déficit fiscal, no tiene implicaciones en la oferta institucional, la cual tiene un enfoque social.
“El Ministerio reafirma la continuidad de programas que subsidian la adquisición de VIS como Mi Casa Ya, para que más familias colombianas accedan a una vivienda propia”, se indicó en un comunicado de prensa.
Frente a esta determinación, Forero consideró que es necesario que se haga una evaluación precisa de los impactos en materia de inversión, crédito, volumen de actividad y riesgos sobre el mercado, derivados de limitar la continuidad de este programa.
“Este ha sido un muy importante instrumento contra-cíclico, y creemos que, en una fase de recuperación de la economía, estas herramientas pueden tener más beneficios económicos que costos”, agregó la líder gremial.
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