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Los bajos precios internacionales del petróleo han generado una caída del 47 % en las solicitudes de licencias ambientales de exploración ante la Autoridad Nacional Ambiental (ANLA), debido a que las petroleras consideran que “no es rentable hacer exploración en el país”.
Así lo reveló Claudia Victoria González Hernández, Directora General de la entidad, al presentar el balance de gestión de su despacho.
La funcionaria dijo que entre enero y agosto de este año se han radicado 161 solicitudes de trámites de evaluación, de los cuales 50 corresponden a licencia ambientales que ya se han otorgado, 53 a dictámenes técnico ambientales del sector de agroquímicos, otros 16 que se han negado además de 32 modificaciones.
González Hernández explicó que “normalmente el sector que más licencias nos solicita es el de hidrocarburos, pero con las condiciones actuales del precio internacional de petróleo esas solicitudes se han disminuido”.
También destacó que el sector eléctrico “va un poco más retrasado”, como consecuencia de los reclamos de las comunidades, especialmente en Santander por el proyecto Piedra del Sol, en la cuenca alta del río Bogotá.
Respecto de la nueva normatividad para la expedición de licencias, la Directora de la ANLA destacó “la satisfacción” que ha generado para las empresas del sector, pues aunque aclaró que “no existe como tal una licencia express sino una agilización de trámites”, se han reducido los tiempos para la entrega de las licencias.
Fracking, en evaluación
La Directora de la ANLA también se refirió a la práctica del fracking, que han reclamado algunas empresas petroleras pero que ha motivado el rechazo de sectores ambientales del país.
Al respecto dijo que desde 2015 apenas se ha presentado una solicitud que aún no ha sido resuelta por la ANLA. “Estamos trabajando con Ecopetrol y la Agencia Nacional de Hidrocarburos y el Ministerio de Minas”, dijo González.
Y agregó que la revisión de este tema se trata de un tema del Gobierno Nacional. “Desde 2008 cuando se toma la decisión de hacer una evaluación de no convencionales, los Ministerios de Minas Ambiente y la ANLA se preparan para ello, hace unas capacitaciones en el exterior y se definen reglamentos y temas técnicos. Sin embargo, a nivel regional falta una información importante para tomar una decisión sobre si es factible o no ese proceso. Estamos en evaluación”, sostuvo.
El fracking es una técnica que permita extraer el llamado gas esquisto, un tipo de hidrocarburo no convencional que se encuentra atrapado en capas de roca. Para ello hay que perforar la piedra inyectando grandes cantidades de agua con aditivos químicos y arena para fracturar la roca y liberar el gas. De ahí el rechazo de los ambientalistas, que consideran al fracking como una práctica lesiva para el medio ambiente.