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El mandatario chino Xi Jinping, quien por primera vez asiste al Foro Económico Mundial (WEF) de Davos, en Suiza, defendió ayer la globalización ante 3.000 representantes de la élite política y económica.
El líder de la potencia asiática envió este mensaje contra el proteccionismo y aseguró que no es posible cortar los flujos de capital, y se debe apuntar hacia una globalización más inclusiva y sostenible.
“Seguir con el proteccionismo es como encerrarse en una habitación oscura. Es cierto que se evita el viento y la lluvia, pero también la luz y el aire”, apuntó Xi, quien es conocido por las metáforas en sus discursos.
El mandatario chino también criticó a las instituciones mundiales y las calificó de inadecuadas y sin equidad. Recalcó que ante las guerras comerciales nadie gana, según reseñó la agencia AFP.
Respecto a las previsiones que tiene la economía de su país, Xi aclaró que el crecimiento de 2016 será de 6,7 %, una de las de mayor dinamismo del mundo.
Basta compararla con el crecimiento del 1,8 % estimado, que tuvo el año pasado la economía colombiana.
El consumo de los hogares y el sector de servicios se han convertido en los principales impulsores del crecimiento chino. “En los primeros tres trimestres de 2016, el valor agregado de la industria terciaria absorbió el 52,8 % del producto interno bruto (PIB) y el consumo interno contribuyó al 71 % del crecimiento económico”, resaltó el mandatario.
Por su parte, Peter Lacy, director global en Accenture (multinacional experta en consultoría empresarial), opinó a AFP que el discurso de Xi apunta a que China estará más dispuesto a tomar el liderazgo del libre comercio mundial.
Incluso, el exprimer ministro sueco Carls Bildt, indicó que ahora que se cumplen 100 años de la Revolución Rusa, llama la atención que “el líder del mayor partido comunista del mundo acuda a la principal reunión capitalista y predique las virtudes de la globalización”.
Críticas a Trump
De otro lado, el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, aseguró en la estación alpina suiza, donde se celebra el encuentro de presidentes, que fracasará la política económica del presidente electo de EE. UU., Donald Trump, que prometió imponer aranceles para frenar el déficit comercial.
“No funcionará, no lo creo. Lo que no se entiende porque la magnitud del déficit comercial depende de la macroeconomía”, comentó Stiglitz.
De hecho, Trump habló de aumentar los impuestos en su país y eso también aumentaría el déficit comercial, dijeron expertos. Proteger la producción de su país, provocaría una guerra comercial con países como China, México o Alemania.
El primer paso lo dio General Motors, que anunció la inversión de 1.000 millones de dólares más en Estados Unidos para crear 5.000 puestos de trabajo en los próximos años y Ford, anuló una inversión de 1.600 millones de dólares en México.
Trump prometió en campaña retirar a su país del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (México y Canadá).
También rechazó el Acuerdo de Asociación Transpacífica, acordado por Washington con Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Singapur, Vietnam, Malasia, Japón, México, Perú, Brunei y Chile.
Inversiones chinas
Con la postura liberal del gobierno chino, de aumentar su inversión en la economía global, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), manifestó que estas no pueden concentrarse en materias primas y sería bueno que diversificaran.
China asegura que creará en Latinoamérica cerca de 10 millones de empleos en los próximos años, algo difícil de creer por analistas, pero desde ya abre el camino con el discurso pronunciado en Suiza