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La aplicación adecuada de la reforma tributaria vigente exige rigurosidad en el manejo de las cuentas, disciplina, estudio de la norma y conocimiento de causa, para que por omisión, una persona natural no reciba ninguna multa de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (Dian).
Si bien existe confusión entre emprendedores y empresarios de pequeñas y medianas empresas, frente a lo que será el pago de impuestos para 2018, existen elementos que le ayudarán a que esta reforma estructural no afecte su bolsillo por desconocimiento o desorganización.
El cambio de normativa en el pago de impuestos es un tema que ha sido poco fácil de asimilar, por lo que la empresa iLimitada realizó el martes en Plaza Mayor su Vigésimo Séptimo Encuentro Anual de Clientes.
El presidente de dicha compañía de servicios digitales, Juan José Mejía, reconoció las dificultades del cambio: “muchas ideas de hacer empresa fracasan, así sean fantásticas. La estructura impositiva hace que un alto número de emprendedores y empresarios pymes, desistan de continuar en el mercado al no entender la norma tributaria y jurídica. Otros las evaden”.
Además, ante esta falta de claridad se puede incurrir en sanciones y de ahí la importancia del mensaje del evento: se requiere ser un buen empresario, que conozca sus deberes en impuestos (ver Informe).
“Ser un empresario pyme en Colombia se complicó, pero si alguna empresa después del evento implementa un modelo tributario eficiente, se logró el objetivo de la charla”, agregó Mejía.
Por su parte, Javier García, contador público y experto en impuestos, aclaró que la reforma no es estructural, ni es simple.
“Ahora la renta cedular complica las cosas. Se declara dependiendo de la fuente de ingreso: trabajo, pensiones, no laborales, de capital y dividendos. Una persona tendrá que demostrar cada uno de estos ingresos y declararlos de forma separada. Esto no es simplicidad”, apuntó García.
Otra dificultad para las personas naturales es que se limitaron las exenciones. Antes, “cerca del 40 % de los ingresos podrían ser exentos. Súmele la incorporación de las normas internacionales de información financiera (Niif), haciendo las cosas más difíciles. Sin armar pánico hay que decir la verdad”, añadió el tributarista.
García brindó un ejemplo de una persona natural que tiene un empresa y un solo empleado. Si registra ingresos hasta de menos de 3 millones de pesos, no tendría retención en la fuente. Pero, es impuesto será del 10 %, si tiene dos o más empleados. “El mensaje para el que empieza es: usted no debe tener más de un empleado, porque si no, se ahoga a punta de impuestos”, puntualizó.
Así, se puede dar un aumento de la evasión, con empresarios que vinculen solo a un empleado y a los otros, los ponga a nombre de terceros.
Finalmente, el llamado es a conocer la norma antes de generar temores sin bases .