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Emprender es una tarea de caerse y volver a levantarse, eso lo tienen claro tanto empresarios como Gobierno. Y en medio de esa situación quienes deciden aventurarse a hacerlo se ven en la necesidad de sortear una serie de dificultades que muchas veces terminan por ser la razón de la desaparición de una empresa.
“Forjar una empresa no es fácil. Antes de lograr la estabilidad cerré dos compañías: una por motivos personales y otra por quiebra. Eso no me detuvo a seguir intentándolo. Hoy cuento con una compañía de asesoría con la idea de que las firmas que se están creando no mueran en el intento”, dijo Germán Perdomo, emprendedor caleño.
Y es que la necesidad de contar con un marco normativo que genere las facilidades propias para aquellas personas que hacen empresa es una de las metas del gobierno. De hecho, José Manuel Restrepo, ministro de Comercio, Industria y Turismo, aseguró que ya se planteó la posibilidad de contar con un Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) “que ponga en orden la casa y le dé el sentido, a esa tarea, de ser una gran política de desarrollo”, además no descartó que en ese plan también exista una Ley de Emprendimiento.
Esta iniciativa, según lo confirmó Restrepo, se da bajo la necesidad de entender que el emprendimiento va más allá de una serie de medidas que impulsen la creación de empresa, que ayuden al mantenimiento de las mismas y que otorguen beneficios tributarios. La idea es contar con todo un marco que también impulse un apoyo comprometido desde el sector privado.
En ese sentido iNNpulsa, la empresa estatal encargada del apoyo al crecimiento sostenido de las unidades productivas del país (jalonado por la innovación), destaca que para que el emprendimiento nacional viva el cambio que requiere necesita más allá de una serie de leyes, y por ello debería ser parte de un plan nacional de desarrollo.
“Estamos trabajando y tenemos la meta con Gloria Alonso, directora del Departamento Nacional de Planeación, de tener el primer Conpes de emprendimiento. Esperamos de aquí a noviembre tener el primer mapa de emprendimiento, que sería la base para ese Conpes”, le confirmó Ignacio Gaitán, gerente general de iNNpulsa, a EL COLOMBIANO (ver Informe).
“Crear empresa en Colombia es fácil, y lo es porque con un par de papeles en Cámara de Comercio se puede hacer. Lo difícil es saber cómo mantenerla. La idea de un Conpes es más interesante en la medida en que abarca más actores, más decisiones. Es decir, una empresa necesita más que leyes, un conjunto de aportes: impulso a innovar, apoyo científico y facilidades para darse a conocer”, añadió Tatiana Solano, fundadora del Grupo Empresarial Solanco, emprendimiento en innovación de la producción y comercialización de productos biológicos y ecológicos.
Si bien la propuesta del Gobierno en la próxima Ley de Financiamiento es incentivar la creación de empresa con la reducción de algunos impuestos, la idea entonces es que exista otro tipo de apoyos para ayudar a reducir ese “valle de la muerte empresarial” del que habla Gaitán. Valle que representa el cierre, en los primeros cinco años de funcionamiento, de siete de cada 10 compañías que nacen en Colombia.
Más allá de un pago gradual del impuesto de renta en los primeros cinco años de vida, o el descuento que tienen los emprendimientos por contratar personas menores a los 28 años de edad, o que ganen 1,5 salarios mínimos, “necesitamos mejores condiciones para subsistir. Entre ellas, cambiar la mentalidad de desconfianza que se traduce en documentos y trámites que desgastan”, agregó Perdomo.
De hecho, en ese marco de desarrollo para el emprendimiento del país se cuenta una meta, sobre la cual se viene trabajando desde el Gobierno anterior, con la idea de reducir esos trámites innecesarios y que terminan por generarle más trabas a los emprendedores locales.
Sobre este punto, tanto Restrepo como Gaitán coincidieron en decir que la simplificación de procesos, con miras a ayudar a la reducción de parte de los costos operacionales, se convierte en el objetivo número uno para darle un respiro a aquellos que se animan a generar empleo.
La necesidad de brindar facilidades de contacto y relacionamiento comercial, son tras tareas a fomentar desde el gobierno, o al menos eso piden los emprendedores. Algo en lo que también concuerda Natalia Olsen, exconsejera en innovación de la Casa Blanca: “Al final es una mezcla entre no desfallecer y el interés que salga desde el Estado”.