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Hay dos palabras que deberían grabarse los 9.757 accionistas que tiene el Grupo Éxito, luego de que se conocieran los resultados financieros de la multilatina al tercer trimestre: transición y esperanza.
La primera para entender que el gran salto de pasar a ser líder suramericano en retail (comercio minorista) no es gratuito. Las adquisiciones en 2015 en Brasil y Argentina demandan alto endeudamiento.
De hecho, la deuda financiera actual del Grupo Éxito suma 4,5 billones de pesos, de los que 3,1 billones están en moneda local y el resto en dólares, informó ayer Carlos Mario Giraldo, presidente de la multilatina, en diálogo con este diario.
El pago de obligaciones condujo a una pérdida neta trimestral de 100.304 millones de pesos, pese a ingresos de 17,4 billones, y la acumulada a septiembre subió a 147.971 millones, pese a que se percibieron 15,5 billones de ingresos operativos (ver gráficos).
En cuentas de Giraldo, los costos financieros no serían de 150 millones de dólares, sino de 100 millones, si el Banco de la República no hubiera elevado su tasa en 3 % (hasta 7,75 %, desde septiembre de 2015). Cabe recordar que el Emisor lo hizo como medida para atajar alza de inflación, que tampoco conviene al Éxito.
Esa pérdida neta también se explica por el efecto en facturación de una golpeada demanda en Brasil, que atraviesa una crisis desde hace dos años. Aún así la filial Pao de Azúcar gana participación con su formato mayorista y de hipermercados y representó el 78 % de ventas del conglomerado en el tercer trimestre.
Al final, Grupo Éxito tiene un flujo operativo de caja (Ebitda) sólido y sostenible que permite cubrir sus compromisos financieros y mantener su plan de expansión en los cuatro países, asegura Giraldo. Por eso se espera al cierre del año haber bajado el nivel de deuda de 3,8 veces el Ebitda a 3,2 veces.
En cifras, se aprecia que el Ebitda es de 2,2 billones a septiembre, aunque decreció un 16,3 % al revisar consolidados “proforma”, que ayudan a hacer comparables los resultados con los obtenidos en 2015.
Ahí es cuando los pequeños accionistas deben tener en cuenta la segunda palabra: esperanza... de que haya dividendos en 2017, a partir de la proyección de Giraldo de cerrar este año sin pérdida neta.
“El último trimestre es cuando se ve gran parte de las utilidades de estos negocios de retail y, por supuesto, dependiendo de los resultados, habrá dividendos”, afirmó.
Además hay señales positivas en el horizonte: recuperación reciente de la demanda en Brasil; notables desempeños en Argentina (Libertad) y Uruguay (Devoto y Disco); y en Colombia las ventas acumuladas crecen 8,4 %, por encima de la inflación.
Asimismo, es probable que el Emisor comience a bajar sus tasas a inicios de 2017; ya se comienzan a capturar ahorros con la integración de operaciones; y se anunció la venta de Vía Varejo (filial de Pao de Azúcar en electrodomésticos y mobiliario), recursos que se dirigirán a la expansión focalizada en el negocio de alimentos que, al final del día, serán más ingresos, más ganancias.