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El Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó ayer en Davos (Suiza) las proyecciones de crecimiento de la economía global para 2018 y de paso dejó claros los desafíos para los gobiernos.
La perspectiva para este año y para 2019 creció hasta 3,9 % (0,2 puntos porcentuales más que la estimación hecha en octubre pasado) y se mantuvo la del crecimiento global en 3,7 % para 2017.
Estas revisiones se soportaron en un mejor ritmo que Europa y Asia. En el caso de Colombia se mantiene la cifra proyectada de 2,8 % para el presente año.
Sin embargo, para Giovanny Reyes, director de la Maestría en Dirección de la Universidad del Rosario, se trata de un crecimiento para el país más ambicioso del real, porque según sus proyecciones llegaría a un 2,3 % este año, “dependiendo del dinamismo de infraestructura y recordando que es un año electoral. Todavía el consumo sigue golpeado por la reforma tributaria y el consumo interno pesa el 64 % en el crecimiento total de la economía del país”.
De otro lado, el FMI proyectó para América Latina un crecimiento de 1,9 % en 2018 (como se proyectó en octubre) y 2,6 % en 2019 (0,2 puntos porcentuales más).
“Este cambio se explica por una mejor perspectiva para México, (por una demanda más fuerte de EE. UU., así como una recuperación más firme de Brasil), sumado a mejores precios de productos básicos y condiciones de financiamiento más fáciles en algunos países exportadores de materias primas”, aclaró ayer, desde Davos, Maurice Obstfeld, economista jefe del FMI (ver Paréntesis).
Sin embargo, se mantiene el pesimismo frente al colapso de Venezuela, aunque “Brasil y México representan casi 62 % de todo el PIB de la región. Solo Brasil pesa el 42 % del total de la región”, explicó Reyes.
Así las cosas, además de la buena noticia del crecimiento global, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, puso ayer en la mesa tres tareas a las naciones, como preámbulo al Foro Económico Mundial (FEM) que empieza hoy en dicha estación alpina suiza.
En primera instancia, se necesita que los que formulan las políticas públicas implementen reformas fiscales para mantener un crecimiento sólido en el largo plazo.
Otro punto, es el crecimiento inclusivo, por ejemplo, con algunas áreas específicas “que necesitan entrenamiento de la gente frente a nuevas tecnologías, generando más oportunidades para los jóvenes y mujeres, mediante trabajos más seguros”, indicó Lagarde.
Adicionalmente, la ejecutiva resaltó la responsabilidad que tienen las grandes corporaciones globales, que también deben luchar contra la evasión fiscal, contra la corrupción y hasta con el calentamiento global.
Por su parte, el economista jefe del FMI, indicó también en la rueda de prensa que para esto se necesitan acciones inclusivas. Por ejemplo, cada gobierno debe hacerse las siguientes preguntas: ¿cómo hacer para que el crecimiento económico sea eficiente y a largo plazo?
También cuestionarse en cómo construir economías resilientes e inclusivas que reduzcan riesgos y hasta la posibilidad de una nueva crisis. “Un tercer punto tiene que ver la necesidad de tener políticas públicas claras, que contengan herramientas para aplicar en la sociedad y generen desarrollo económico”, resaltó Obstfeld.
Otro de los elementos que se tuvo en cuenta para las perspectivas económicas de este año son los cambios en la política tributaria de EE. UU., que según Obstfeld estimularán la economía de este país, impulsado por la respuesta de la inversión a los recortes del impuesto sobre la renta corporativo. Se estima que el efecto en el crecimiento de los EE. UU. será positivo hasta el año 2020.