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Con una renovada alerta sobre el aumento del proteccionismo y ante un gobierno estadounidense hostil al libre comercio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) comenzaron ayer su reunión semestral, en Washington.
Christine Lagarde, directora gerente del FMI, y Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial instaron a “no poner en riesgo” el comercio internacional, en momentos en que el desempeño de la economía mundial aún se muestra fragilizado.
“El FMI no es una institución comercial, pero el comercio nos preocupa, porque es un motor importante para el crecimiento y se trata de uno de los pilares de la prosperidad”, dijo Lagarde en la conferencia de prensa que marcó el comienzo de la reunión, informó AFP.
La jefa del FMI también recordó el elevado número de contenciosos comerciales provocados por medidas proteccionistas que llegaron a la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Kim, por su parte, sostuvo que el comercio ha sido “fundamental en la reducción de la pobreza en los últimos 30 años”.
Este concluyó su discurso de apertura, publicado en la página oficial del Banco Mundial, diciendo: “Nunca ha habido un mejor momento para encontrar las soluciones de tipo gana gana. Hay billones de dólares ganando poco interés. Ese capital debe movilizarse para ayudarnos a satisfacer las aspiraciones de las personas de todo el mundo. Y con las crisis que enfrentamos, nuestra tarea es mucho más urgente de lo que pensamos”.
Por otro lado, aunque no mencionaron directamente a Donald Trump, para nadie fue una sorpresa que las advertencias formuladas por Lagarde y Kim fueron una referencia evidente a esa realidad.
Lagarde, sin embargo, se mostró optimista sobre las relaciones entre el FMI y las nuevas autoridades estadounidenses.
Con el lema de “EEUU en primer lugar”, el presidente Trump mantiene viva la amenaza de imponer barreras aduaneras a las importaciones, y alejarse del libre flujo de intercambio y de entidades como la OMC.