<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Formalización, prioridad en las microempresas

Cuando se accede al crédito y a mercados internacionales, la probabilidad de supervivencia de las pequeñas y medianas empresas aumenta.

  • Foto: Archivo
    Foto: Archivo
Formalización, prioridad en las microempresas
17 de mayo de 2018
bookmark

La formalización es un proceso que hay que implementar como herramienta de desarrollo económico, con miras a potenciar el crecimiento del país a tasas de al menos 3 %. Y el problema en la infomalidad no es de poca monta, si se tiene en cuenta que, como están las circunstancias, al menos dos de cada tres personas no tendrán acceso a pensión.

Así lo reseñó el presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), Sergio Clavijo, al presentar la Gran Encuesta a las Microempresas, realizada a 1.454 compañías.

En Antioquia, el sector privado está compuesto en 97,1 % por micro y pequeñas compañías, que jalonaron una inversión de 564 mil millones de pesos con una tasa de crecimiento de 4 % anual en 2017, según las cifras presentadas por Jaime Echeverri, vicepresidente de Planeación y Desarrollo de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia.

En servicios está el promedio más alto de informalidad por matrícula mercantil pues 29 % señaló no tenerlo, y la proporción no es muy distinta en comercio (28 %) e industria (20 %). La situación es más grave en tres de cada diez empresas que no cuentan con una licencia de funcionamiento, porque no se conocen los trámites, es muy costoso, no es de interés o no entienden los trámites.

Y esos son algunos de los desafíos que hay que vencer “el miedo de ser transable, cuantificable o vigilado”, agregó Germán Montoya, director económico de Asobancaria.

En la misma encuesta, se demuestra la preferencia por el uso del efectivo, por una concepción personal, más allá de los costos que suscita. Esto según lo sugirió Clavijo es la clara muestra de un miedo a salir de esta situación de informalidad, que implica beneficios, pero también costos, entre ellos el pago de impuestos.

El gravamen que menos se evade es el de Industria y Comercio (ICA) que se mueve en un rango de 54 % a 59 %; pero qué hablar de renta, con un tope de 41 % (comercio); predial, que el dato más alto es de 33 % (industria); Impuesto al Valor Agregado (IVA), de 32 % (industria), “es decir, es el que más se evade, es por eso que el recaudo tributario está estancado (...) y hay una bomba social”, dijo Clavijo.

La informalidad se profundiza cuando se evidencia que la cotización en salud y pensión no es significativo, por ejemplo, en el caso de comercio 52 % de las empresas no lo hace, y en servicios, 51 %. La industria cotiza en una proporción de 60 %. O también cuando se demuestra que aquellas no tienen contabilidad, con un pico en comercio (61 %), pero sin que deje de ser un problema en industria (53 %) o servicios (57 %).

Si bien esta encuesta es general, Clavijo sostiene que se puede tomar como muestra en Antioquia. La solución, para él en pro de la formalización no tiene que ver con más legislación, sino que no sea tan adverso este proceso para los empresarios.

La formalización “se debe ver como un instrumento de desarrollo empresarial, un mecanismo de mayores clientes (que de lo contrario no negociarán en la informalidad) y el favorecimiento de la generación de empleo”, dijo la secretaria de Desarrollo Económico de Medellín, María Fernanda Galeano. La funcionaria explicó que mientras en 2016, 1.241 empresas fueron formalizadas y en 2017 esta cifra alcanzó 4.126.

Ser formal y financiarse

Lo relevante es conocer cómo el acceso a financiamiento puede cambiarle el rumbo a estas empresas. Un primer indicador es que siete de cada diez no ahorran, al menos 40 % que sí lo hace tiene como destino cubrir los gastos del negocio, en primera instancia y después ampliarlo y pagar deudas.

La tasa de supervivencia de “pequeñas y medianas empresas aumenta en 11 % por el acceso al crédito, al menos en el primer año”, explicó Montoya. El indicador general en Antioquia es de 53 %, pero si a eso se le suma el acceso a crédito y la vocación exportadora 90 % permanece.

Según reseña Anif, las empresas no se están endeudando, pese al momento crítico de la economía en un entorno en el que la cartera se ha deteriorado 4,5 % respecto del 3,5 %, y si a ella se le añaden las provisiones de los bancos el indicador se eleva 9,5 %.

De esta manera, no se solicitan créditos porque se está al tope del endeudamiento (40 % del ingreso disponible): “En los últimos cuatro años, el promedio de hogares que se endeudaba era a 2 años, ahora lo hace a 5, lo cual implica que no se está amortizando a capital (...) y en un mal momento económico, una tasa de desempleo alta termina con deuda en mora”, dijo Clavijo (ver Paréntesis).

No obstante, para Antioquia las cifras son disímiles. De acuerdo con Juliana Lagos, directora de Investigaciones financieras de la Superintendencia Financiera de Colombia, mientras “crecemos en el total de cartera a nivel nacional al 2,1 %, en Antioquia se crece a 8,75 % (...) es una de las regiones que aumenta por encima del total nacional”. La región representa 19 % (84,6 billones) del total de la cartera.

Finalmente, el balance es positivo para el microcrédito, pues en general se paga cumplidamente. “El crecimiento de la cartera de microcrédito en Antioquia es una fuente de apalancamiento potencial para las personas naturales que han decidido crear empresa en el departamento”, concluyó Lagos .

2,5 %
era la expansión que preveía Anif sobre el crecimiento económico del primer trimestre de 2018.
2,3 %
crecimiento esperado de Anif, del Producto Interno Bruto de Colombia para el cierre de este año.
Infográfico

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD