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En momentos donde las expectativas de crecimiento de la economía de la región tienden a ser cautelosas, se escuchan voces algo esperanzadoras.
Una de ellas es la de Ricardo Hausmann, economista venezolano y director del Centro Internacional de Desarrollo en Harvard, quien cree firmemente en que América Latina va a ser un lugar más digno para vivir. Y que serán los mismos ciudadanos quienes tomen las riendas del continente, en busca de impedir que temas como el de Venezuela, se repitan.
La diversificación de fuentes de ingreso y ver en la robótica y el uso de algoritmos una oportunidad y no una amenaza, son las recomendaciones de Hausmann.
“Ciertamente no se sabe ya que hay varios efectos contrapuestos. Lo primero es que cuando algo se automatiza o digitaliza, no se necesita de una persona que haga determinada tarea. Pero se puede abaratar tanto un servicio que la demanda aumenta. El ejemplo más claro fueron los cajeros automáticos, estos eliminaron a los cajeros pero permitieron la apertura de agencias bancarias, lo que ayudó a la creación de empleo.
Más que preguntarnos cómo enfrentar el fenómeno, el tema es cómo encontrar oportunidades. Soy optimista en que la región sepa cómo sacarle jugo a este fruto”.
“Basta con pensar en cómo se hacían automóviles. Para hacer un carro, se necesitaba estar en Detroit (EE.UU.), si no se estaba en ese clúster no se tenía vida. Para la década de los 80, cuando EE.UU. se volvió proteccionista en ese sector, y japoneses y alemanes tuvieron que producir automóviles en EE.UU. no se fueron a Detroit, salieron a otras ciudades, no debían estar dentro del clúster. La tecnología se había estandarizado, y permitía la expansión”.
“La formalización laboral supone otra serie de cambios estatales e inversión privada. Pero hay algunos aspectos que también se deben tener en cuenta. Uno básico es brindar las demandas necesarias para que la gente pueda trasladarse a sus espacios de trabajo. Si los índices de fuerza laboral fueran más altos ¿cómo garantizar el transporte o las vías para su movilización?”.
“Fue en su momento una buena opción. Sin embargo, las empresas creyeron que con Skype, Facetime o WhatsApp, no iban a gastar plata en enviar a sus empleados a viajes de negocio. Aún así, es sorprendente que los viajes de negocio están creciendo más que el PIB del mundo. A pesar de toda esta conectividad, la gente debe moverse para hablar cara a cara. ¿Por qué? No se entiende muy bien, pero está ocurriendo”.
“Los países que tienen éxito son aquellos que en vez de especializarse, se diversifican. En las exportaciones de servicios está la clave y Colombia tiene oportunidades. Panamá, que es la nación que más ha crecido en los últimos años en la región, se sustentó en la exportación de servicios con valor agregado. Tienen el canal, el centro financiero, buen terminal aéreo y una ley para atraer a las sedes de las multinacionales regionales. Eso permitió la llegada de 170 multinacionales, que generaron 35.000 empleos. Las personas han elevado su calidad de vida, demandando mejor educación, alimentación y entretenimiento”. .