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Hoy de las 7 millones de llantas usadas que produce Colombia al año (110 mil toneladas), buena parte termina en botaderos y quebradas, esperando más de 100 años a degradarse, mientras un número menor sirven de materia prima en calzado, canchas sintéticas, pavimentos y pisos.
En el peor de los casos, son quemadas por recicladores informales para sacarles el alambre o consumidas en un incendio, como pasó recientemente en Bogotá, generando más contaminación atmosférica.
Para que ese impacto ambiental se aminore, Cementos Argos ya realiza las adecuaciones logísticas para que esas llantas usadas, luego de ser picadas, terminen su ciclo como combustible sustitutivo de carbón o gas en los hornos en que se produce el clínker, materia prima del cemento.
Este proyecto se concibió desde hace dos años y replica las experiencias que ya tiene la multilatina en Honduras y en Estados Unidos, pero usando llantas completas: las tasas de reemplazo oscilan entre 5 y 10 por ciento.
Aunque esta iniciativa pionera en Colombia no trae significativos ahorros económicos, sí ayuda a cerrar el ciclo de las llantas, aprovechando su poder calórico Dependiendo de la disponibilidad de llantas usadas, se comenzará un piloto en la planta de Rioclaro (Antioquia), para luego seguir con la de Cartagena. Solo en la primera, la reducción de consumo de carbón puede ser de hasta el 20 por ciento si se sustituye con entre 15 mil a 20 mil toneladas de llantas usadas, explicó a El Colombiano el vicepresidente de Innovación, Camilo Restrepo.
Pero, ¿no se producen más emisiones al ambiente quemando llantas? El directivo responde que se han adecuado los equipos y se cuenta con sistemas de filtrado y limpieza de gases. Además que las temperaturas tan altas, de más de 1.500 grados centígrados, aseguran que se destruya el material particulado, lo más nocivo.
“En Rioclaro esperamos reducir en un 5 por ciento las emisiones de Co2 (dióxido de carbono) y de óxidos de nitrógeno, además que baja la presión de demanda de combustibles fósiles”, explica Restrepo.
Ahora el reto está en el resto de la cadena para asegurar la disponibilidad, la empresa trituradora, al tiempo que el Estado dé estímulos adecuados. En todo caso, Argos está en la capacidad de procesar el 70 por ciento de las llantas que desecha el país (ver recuadro) .