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La meta exportadora para la cadena textil-confección de mil millones de dólares en 2018, planteada por el presidente Juan Manuel Santos, ayer en la instalación de Colombiamoda, no resulta descabellada. De hecho se trata de recuperar el terreno cedido en los mercados externos y volver a los niveles de exportación de 2012 y 2013, cuando el valor de los despachos sobrepasó esa cifra.
En términos del mandatario, el sector acumula bastantes puntos a favor para lograrlo: “tiene la feria de moda más grande del país, la más importante de América Latina. Tiene un gremio que exporta bien, a pesar de la desaceleración mundial, tiene un grupo de marcas que ya están reconocidas, tiene asociatividad que es un modelo para otros sectores de la economía y tiene un gran capital humano”.
Desde esa óptica, la misión parece fácil. Pero a juicio de los empresarios consultados por este diario, el día a día trae diferentes afanes y obstáculos que se deben sortear. Y no son pocos. Si en algo coinciden los involucrados de la cadena, es que la innovación constante que se le exige al producto final requiere una reconversión permanente del negocio.
Juliana Calad, directora de la Cámara de Textiles de la Andi, sostiene que esa modernización urge seguir insertando al sistema de moda colombiano en las cadenas globales de valor. Tal tarea, si bien deben acometer en buena medida los inversionistas, también contiene elementos que son del resorte del Gobierno y del sector financiero.
Un dolor de cabeza de los empresarios tiene que ver con las incapacidades laborales por enfermedad. Por eso están promoviendo un proyecto de ley para que los dos primeros días de incapacidad, que hoy paga el empleador, se repartan entre las empresas y las EPS.
Con una competencia tan agresiva en otros países, la modernización es un imperativo y esto requiere inversiones. “Las empresas necesitan créditos en condiciones especiales, y la banca al ver que la industria marcha a buen ritmo, está mirando con mejores ojos al sector textil-confección”, añadió Calad.
Para reforzar la financiación, el presidente de Bancóldex, Luis Fernando Castro, anunció una nueva línea crediticia dirigida a pequeñas y medianas empresas (pymes) colombianas que exporten.
“Vemos que el endeudamiento de la cadena, en pesos, es muy alto. Así que las estimulamos para que se endeuden en dólares, como lo hacen sus competidores en el exterior”, declaró el funcionario.
Las condiciones actuales del mercado, añadió Castro, hacen que la diferencia de costos entre una línea de crédito tomada en pesos y una en dólares resulta sustancial.
La línea crediticia, por 30 millones de dólares, tiene tasas de interés favorables, está dirigida a pymes que pueden tomar hasta un millón de dólares con plazos de un año, con lo que pueden acceder a capital de trabajo o sustituir pasivos adquiridos en pesos.