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La “ola” que recurrentemente se ve en los estadios de fútbol nació gracias a Coca Cola. Comenzó en el Mundial de México 1986, luego de que la compañía de gaseosas materializara lo que se considera una de las estrategias de mercadeo más efectivas. La firma entendió, desde el primer Mundial de fútbol (Uruguay 1930) la importancia de aparecer en la mayor cantidad de equipos, torneos, jugadores, vallas o cualquier accesorio alusivo al deporte. Colombia no había sido agenda al tema, hasta ayer.
En horas de la mañana se conoció que la compañía estadounidense no seguiría siendo anunciante de la Selección Colombia, situación que le representa a las finanzas de la Federación Colombiana de Fútbol la necesidad de buscar un nuevo socio que supla esos 12 millones de dólares que recibía el equipo, cada cuatro años.
La decisión, según lo expresó la empresa en una carta enviada al presidente de la Federación, Ramón Jesurún; se tomó por cuenta de la más reciente reforma tributaria liderada por el gobierno para conseguir un faltante de 7,1 billones de pesos.
“El nuevo marco regulatorio y tributario generó para la operación del Sistema Coca Cola en Colombia condiciones de inestabilidad que requieren no solo la revisión de nuestro modelo sino también de las ofertas de valor en el mercado, lo que conlleva a moderar todas nuestras inversiones”.
La compañía se refiere a que con el cambio de un IVA monofásico a plurifásico (que se cobra en las distintas fases de producción) a las bebidas gaseosas se incrementan sus costos de operación, medida que supondría el recaudo de 960 mil millones de pesos.
En el país es muy común que las empresas relacionadas con el consumo de bebidas de este tipo o cervezas, se interesen por patrocinar espectáculos, a deportistas o equipos de fútbol y ciclismo.
Como Bavaria, que a través de la marca Águila es principal patrocinadora de la Selección Colombia y la Liga de fútbol profesional. O Postobón que además de ser patrocinador de Atlético Nacional, se interesa por invertir en el Team Manzana Postobón (único equipo profesional continental colombiano con la capacidad de correr en competencias de la Unión Ciclística Internacional -UCI-, si es invitado).
Postobón le dijo a EL COLOMBIANO que “continúa con el apoyo al deporte como lo ha venido haciendo históricamente. La información pública, consignada en nuestro reporte de sostenibilidad, da cuenta de eso”. De acuerdo con datos de esa empresa, en los últimos ocho años ha destinado 187 mil millones de pesos para apoyo al deporte. Sólo durante el año pasado la cifra llegó a ser de 19.500 millones de pesos. (Bavaria le manifestó a este periódico que, por ahora, no se pronunciará al respecto).
Carlos González Puche, director de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), ve con muy malos ojos la salida de Coca Cola como auspiciante de la selección “porque es dinero que se necesita, y porque no parece ser fácil la manera en que pueda reemplazarse”.
Para hacerse a una idea sobre cuán importa es el patrocinio en el fútbol, la referencia más cercana son los recursos que los equipos del torneo local reciben. Los datos más actualizados de la SuperSociedades, con fecha de 2017, demostraron que de los 647.995 millones de pesos que ingresaron a estos clubes, 14,49 % (93.940 millones) fueron por publicidad y propaganda.
“Hay que sumarle que los recientes escándalos no ayudan a la imagen del fútbol colombiano. A pesar de que Coca Cola haya dicho que salía por un tema de la reforma tributaria, extraña que se dé el mismo día en que hay otras decisiones”, dijo González.
El dirigente se refiere a que ayer la Fiscalía informó que imputará a dos directivos de Ticket Shop por la reventa de 3.300 boletas para un partido de la Selección Colombia por las eliminatorias al Mundial de Rusia, escándalo que salpicó a la Federación.