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Con el miedo al pupitrazo, el proyecto de reforma tributaria llegará al Congreso en menos de dos meses. Así se lo prometió a los empresarios el presidente Santos.
Sin embargo, han sido a cuentagotas los detalles que ha entregado el Gobierno sobre lo que tendrá y ya se descartó en el revolcón tributario.
Por ahora, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, ha dejado ver la tendencia de la reforma, muy en línea de las propuestas de la Comisión de Expertos Tributarios.
Su idea es mantener el cuatro por mil, aún cuando es antitécnico y regresivo, pero de fácil recaudo; el impuesto al patrimonio, hoy llamado a la riqueza, desaparecería; y es inminente un ajuste en las tarifas del IVA y el alza su referencia general.
Cárdenas aseguró que esta será una reforma para asegurar la sostenibilidad fiscal, por lo menos, en los próximos 10 años. El tiempo lo dirá.
Justamente, Leonardo Villar, director de Fedesarrollo, dijo que EL COLOMBIANO, que el pilar del proyecto tiene que ser la estructuralidad y que “en el mundo las reformas tributarias se presentan hasta con 20 años de diferencia, porque se hacen para ajustar un marco a largo plazo y a eso debe apuntar el Gobierno”.
Este diario estableció que se seguiría la recomendación de la Comisión de Expertos, en cuanto a la modificación del impuesto a las utilidades empresariales, que sustituiría al de la riqueza, para darle mayor flexibilidad a la base gravable y aligerar cargas del sector productivo.
Sin embargo, dentro del discurso del ministro de Hacienda hay un apartado clave: “esta será una reforma amigable con los empresarios”. Frente a esta afirmación hay múltiples opiniones y los gremios, de a poco, dan las puntadas de lo que necesita cada sector y cómo podría aliviarse la carga impositiva o impulsarse su crecimiento competitivo desde la reforma tributaria.
Hasta ahora, los sectores petrolero, bancario, comercial, agropecuario y cooperativo han destapado sus propuestas.
EL COLOMBIANO recogió los puntos álgidos de las recomendaciones que se hacen desde los gremios, y las contrastó con las propuestas base de la Comisión de Expertos, hoja de ruta para el proyecto que verá la luz en octubre (ver recuadros).
Las versiones denotan preocupación del empresariado por un reacomodo tributario que tendría efecto desde enero de 2017.
El ministro Cárdenas ya se reunió con el Consejo Gremial Nacional, ente cúpula del sector privado, en procura de resolver dudas del empresariado sobre el proyecto de reforma. Además se conformó una mesa entre técnicos del Gobierno y de la Andi para conciliar la letra menuda del articulado que se llevará al Congreso.
El sector solidario, representado en Confecoop, envió a Cárdenas un documento que contraviene recomendaciones de la Comisión de Expertos que lesionarían al sector cooperativo, frente a ajustes al régimen de impuestos de entidades sin ánimo de lucro.
Cada sector jala para su lado y buscará poner cuñas favorables a un proyecto que debe buscar equilibrio fiscal
En definitiva
Según el Ministerio de Hacienda, la reforma será debatida con los sectores. Pero algunos no se sienten escuchados, lo que distorsiona el camino del texto que llegará al Congreso en octubre.