viernes
7 y 9
7 y 9
En enero de este año, las familias de ingresos bajos en el Valle de Aburrá, percibieron un incremento de la inflación anualizada de 7,20 %. A noviembre, la cifra fue de 7,12 %. En cambio ese indicador para estratos altos estuvo en enero en 7,51 % y para el mes pasado se redujo a 6,23 %.
En conclusión, a los de menos ingresos, el nivel general de precios no les baja con tanta rapidez, aún cuando la tasa nacional de inflación anualizada ya muestre reducción 5,96 %. No obstante, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para igual periodo muestra que subió el costo de vida para los más pobres en 23 ciudades medidas en 6,11 % (ver gráficos).
La tasa nacional de inflación a 12 meses más alta en 2016 se registró en julio (8,97 %). Ahora bien, para ese mismo mes, las familias de estratos bajos del país percibieron un alza de la inflación anualizada de 9,91 % y en el Valle de Aburrá fue de 9,35 %. Ambas tasas no solo por encima del promedio nacional, sino mayores a la inflación a 12 meses a julio para estratos medios (8,59 %) y altos 8,28 %.
Si bien la inflación desde agosto muestra una tendencia a la baja, las familias de menos ingresos perciben precios más altos que los del promedio.
Por ejemplo, en noviembre la inflación acumulada del año bajó en su variación a 5,31 %. Sin embargo, para las familias de estratos bajos de Medellín, se ubicó en 6,02 %.
El valle de Aburrá, a diferencia de otras ciudades, tiene alto nivel de abastecimiento de alimentos, incluso en momentos de bajas cosechas. Eso hace que los precios se mantengan más estables.
Aún así, la variación acumulada de inflación de alimentos en 2016 es de 7,76 %, mientras el promedio nacional es de 6,39 %.