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Menor costo de vida no va restaurantes ni peluquerías
Los gastos no transables de la canasta familiar como matrículas en colegios y el corte en salones de belleza llevan 9 meses aumentando a más del 5 %.
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FOTO ARCHIVO Julio César Herrera Echeverri
10 de noviembre de 2017
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Con un 2017 en su recta final la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) o inflación está en camino de ubicarse en el rango meta del Banco de la República, que está entre el 2 % y el 4 %, lo que obedece en buena medida a la reducción en los precios de los alimentos.
Mientras en octubre del año anterior la variación anualizada del valor de los alimentos era de 8,53 %, a octubre pasado el indicador fue de 2,51 %. La merma resulta más que justificada: este año no hubo fenómeno climático de El Niño, ni paro camionero, que presionaran las alzas.
Para Munir Jalil, economista jefe del Citibank en Colombia, esta ha sido una de las buenas noticias económicas de este año. “El IPC es un indicador que ha dejado de molestar, y si se agrega la debilidad económica observada este año, resulta impensable un aumento de precios. No obstante, el ambiente es difícil y prueba de ello es que los analistas llevamos todo el año rebajando los pronósticos de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB)”.
Una ojeada a los precios mayoristas de productos clave de la canasta familiar en Medellín evidencian reducciones entre octubre de 2016 y octubre anterior. El kilo de papa, por ejemplo, bajó de 1.516 a 1.087 pesos; el de arroz pasó de 2.760 a 2.250 y el pollo de 8.663 a 8.133 pesos.
Costos estáticos
Pero si la variación del valor de los alimentos ajustó cuatro meses con una inflación a la baja, otros grupos de gasto no dan muestras de ceder. (ver gráficos).
Es el caso de los que se denominan no transables, que según Ángela González, economista del Banco Itaú, siguen altos. “La peluquería, las matrículas en colegios y los almuerzos en restaurantes, llevan nueve meses por encima del 5 %, afectados por el ajuste del Impuesto Sobre las Ventas (IVA), derivado de la reforma tributaria que lo elevó del 16 % al 19 %. A comienzos de 2018, ese tipo de gastos deberían dejar de reflejar ese efecto” (ver Glosario).
Para González, aunque los tres puntos del IVA elevaron algunos precios e impactaron negativamente el desempeño del comercio, la desaparición de ese efecto tendrá que redundar en una recuperación del sector.
En el mismo sentido se expresa Daniel Velandia, director de Investigaciones de Credicorp Capital, quien sostiene que este año hubo precios que subieron un 10 %, explicados por el 3 % adicional del IVA y el 7 % que fue el aumento del salario mínimo.
El analista comenta que el caso evidente fue el de los restaurantes, donde sus administradores justificaron las alzas al aplicar esa suma. “En 2018 es posible que esos precios solo suban la mitad, ya que no se repetirá el aumento del IVA y el ajuste del salario mínimo rondará 5 %, con lo que se aceleraría la baja de la inflación”.
Por su parte, Jalil admite que los analistas económicos se equivocaron y subestimaron el efecto de la reforma tributaria y del IVA del 19 %.
“Lo que se desencadenó fue una actividad económica débil y una contracción del consumo sorpresiva. Ese fue un efecto psicológico, porque arrancamos el año con los tres puntos adicionales del IVA, pero los precios no subieron el 3 %, la gente actuó con precaución a la hora de comprar y el pesimismo de los consumidores se combinó con el de los industriales”, señala.
Las proyecciones
El IPC o inflación, que mide la evolución del costo promedio de la canasta de bienes y servicios del consumo de los hogares, es uno de los indicadores que permanece en el radar tanto del Banco de la República como de los analistas.
Mes a mes, la Encuesta de Expectativas Económicas del Emisor ha mostrado los ajustes sobre el nivel que tendrá al cierre de 2017 ese índice: arrancó en enero en 4,51 %, tuvo su proyección más alta en febrero (4,61 %) y se ubicó en octubre en 4,07 %.
Con los datos a octubre del Dane, la inflación anualizada es de 4,05 % y en los primeros diez meses de 3,5 %. En ese contexto, Itaú y Credicorp Capital estiman que terminará en 3,9 % y Citibank y Bancolombia en 4 %.
Finalmente, la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales también espera por la cifra de inflación a noviembre, que se constituye en el insumo principal para definir el ajuste del salario mínimo para el año 2018.
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