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Con una eucaristía que se celebrará hoy a las 4:00 p. m. en la iglesia de San Lucas, en el barrio El Poblado, familia y amigos despedirán al empresario bananero Rodrigo Jiménez Pinillos, quien falleció ayer a los 82 años.
Después de trabajar en Coltejer durante 19 años, pasó a la comercializadora de banano Unibán en 1973, de la que fue presidente hasta 1979.
Posteriormente, en 1980, fundó a la comercializadora internacional Banacol, que lideró hasta 1992. Quienes lo acompañaron en su tarea, destacaron que siempre trabajó por Urabá, contribuyendo con su desarrollo empresarial, e incentivando, particularmente, el cultivo de plátano.
Una de sus labores destacadas fue fomentar la actividad de pequeños plataneros, que combinó con banano, especialmente en las décadas de los setenta y ochenta. Luego se dedicó a actividades ganaderas y su gran pasión eran los caballos.
Su hijo Luis Carlos heredó su habilidad para el negocio bananero, mediante la empresa CI Banur, que dirige y exporta desde Costa Rica.
En diálogo con EL COLOMBIANO, Luis Carlos recordó a su padre como una persona muy activa, con muchas ganas de vivir: “para él, todo era posible y no se rendía ante ningún reto, porque siempre lo inspiraba su familia”.
A finales de este mes, el empresario cumpliría 83 años. Quienes trabajaron por varias décadas junto a Jiménez Pinillos lo recordarán como ejemplar por su responsabilidad en el trabajo y su rectitud en los negocios.