Nuevas normas financieras se aplican en Colombia con parches

Esta adaptación implica que las empresas debieron cambiar la forma como procesan las transacciones. La particularidad nacional provocó que se practicaran ajustes y excepciones.

ilustración elena ospina

Con la llegada de 2015, las grandes empresas del país debieron implementar las Normas Internacionales de Información Financiera (Niif), y de ese modo acoger un estándar mundial en la lectura de los reportes financieros y contables.

La adaptación fue ordenada por la Ley 1314 de 2009 y la tarea debieron cumplirla las entidades del llamado Grupo 1, que abarca a entidades bancarias, las compañías de seguros y, en general, las firmas vigiladas por la Superintendencia Financiera (Superfinanciera) y las compañías controladas, es decir las que tienen acciones o títulos de deuda negociados en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC).

Ana Lucía López Mora, exdirectora técnica del Instituto Nacional de Contadores Públicos, consideró que buena parte de las compañías hicieron el esfuerzo de adecuarse a las normas, pero advirtió que todavía es temprano para precisar cuántas cumplieron o no.

Para Cristóbal Uribe Castellanos, socio de la firma de contadores públicos Amézquita & Cía., se trata de un gran paso que está dando el país y uno de los cambios más importantes en la historia de las empresas colombianas relacionado con la estructura y forma de presentar su información financiera.

Pese a tratarse de una normatividad dictada por la Junta de Normas Internacionales de Contabilidad (International Accounting Standards Board, Iasb, por su sigla en inglés), la cual ha sido adoptada por casi 200 países para agilizar el comercio internacional, su aplicación en Colombia requirió de parches o excepciones, para no ir en contravía de algunas disposiciones internas.

El parcheo

El portal especializado Forvm, por ejemplo, advirtió en diciembre que la reforma tributaria, que también entró en vigor el pasado primero de enero, anularía el cumplimiento de las Niif.

Camilo Ochoa Pérez, director de Forvm Contable, explicó que mientras la reforma incorporó el impuesto a la riqueza por los años 2015, 2016, 2017 y 2018, la normativa financiera obliga a que este se registre como un solo gasto y no en un período de cuatro años como está planteado.

“Eso sigue en el limbo y la contradicción se mantiene. La reforma y las Niif están en plena vigencia, entonces quien aplique la reforma incumplirá las Niif y al revés, quien decida contabilizar el impuesto a la riqueza según Niif no estará acatando lo que ordena la reforma”, declaró el experto.

Consciente de esa incoherencia, el Gobierno elevó una consulta al Consejo Técnico de la Contaduría Pública de Colombia que emitió el concepto 722 del 5 de diciembre de 2014, en el que indicó que no es posible permitir el diferimiento y causación en varios períodos anuales de dicho impuesto bajo las Niif.

En los pocos días corridos de este 2015, la práctica está demostrando que las empresas están generando dos registros, uno para ajustarse y cumplir las normas financieras internacionales y otro para demostrar el cumplimiento fiscal.

Para la señora López la reforma generó una posibilidad de afectar el patrimonio de las empresas, lo cual no estaría en línea con las Niif, lo que obligó a la Superfinanciera a expedir una circular que se aparta de las normas. “En realidad no vamos a estar utilizando las Niif, es decir que será algo parecido, pero no igual”.

Uribe, por su parte, dijo que la pretensión de tener un emisor de normas contables, en un país donde cada despacho las expedía, está quedando truncado. “Dizque existían como 39 emisores entre las superintendencias, la Dian, el Banco de la República, pero con la reforma se planteó una contravía a las Niif y aunque ese es un caso, ya la Superfinanciera sacó las excepciones para la aplicación de las provisiones de cartera de los bancos o para las reservas catastróficas de las compañías aseguradoras. Ya estamos poniéndole parches a la aplicación integral de las Niif”.

Fuentes de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria) confirmaron que para el caso de los bancos el Gobierno expidió, antes de terminar el año 2014, el Decreto 2267 en el que se ratificó que tanto la cartera como la clasificación y valoración de las inversiones quedaban exceptuadas de la implementación de las Niif.

Registros múltiples

El dilema planteado por la reforma tributaria no es la única causa para que las sociedades estén llevando varios registros contables.

Miguel Ángel Molfino, socio de First Corporate Finance Advisors (firma argentina especializada en Niif), no descarta que el caso de las compañías colombianas que deben aplicar las normas por primera vez, observen dificultades.

“El alto nivel de seguimiento y control que demandará esta etapa no les resultará fácil. En este escenario de aplicación de las Niif, una compañía podría encontrarse llevando hasta cuatro registros contables”, señaló el experto.

Y es que, según Molfino, en el entorno colombiano se deben considerar la contabilidad local (COL Gaap que son los principios de contabilidad generalmente aceptados en Colombia que se deben mantener por cuatro años), la contabilidad bajo las Niif, la contabilidad fiscal (de la Dian) y la información de gestión, que generalmente se ajusta a las particularidades de cada negocio o al seguimiento de ciertas variables críticas del negocio.

En este punto, Uribe aclaró que no se trata de llevar contabilidad paralela. “La contabilidad es una sola y de ella deben extractarse los registros que cada ente esté solicitando. Y eso es lo que está ocurriendo, se está llevando un multilibro, es decir un software que sea capaz de contabilizar de una manera y hacer los cálculos para llevar la información al modelo internacional y a la vez cumplir los requerimientos de entidades como la Dian”.

Los expertos coinciden en que en Colombia el menor impacto, seguramente, se dará en aquellas empresas que son sucursales de compañías extranjeras de países donde ya han adoptado las normas, ya que probablemente se encuentran reportando y llevando una contabilidad bajo ese esquema a efectos de consolidación de los estados financieros en su casa matriz.

Mirada oficial

La composición societaria en Colombia está soportada en un 95 por ciento en las pequeñas y medianas empresas (pymes) o Grupo 2, que también deben adaptarse y tendrán en este 2015 el año de transición para que en 2016 apliquen, en pleno, la normatividad Niif.

El Superintendente de Sociedades, Francisco Reyes Villamizar, destacó que la puesta en marcha de esas normas favorece las negociaciones y los procesos con participación de inversionistas extranjeros.

El funcionario advirtió que la falta de una buena infraestructura contable es un gran obstáculo para el desarrollo económico y recalcó que los estados financieros deben brindar información comprensible, transparente, comparable, pertinente, confiable y útil para la toma de decisiones económicas por parte del Estado, los propietarios, funcionarios y empleados de las empresas, los inversionistas actuales o potenciales y otras partes interesadas.

Insistió en que los objetivos de esta nueva normatividad se pueden resumir en garantizar la calidad y eficiencia de la información que se les suministra a terceros, alcanzar una mayor transparencia y veracidad en la información y lograr un mayor aseguramiento de la información.

Adicionalmente, recalcó que con la implementación de esta nueva política se logra disminuir y reconocer riesgos financieros para terceros interesados y de paso se impulsan las negociaciones y procesos con participación de inversionistas extranjeros.

Por su parte el viceministro de Desarrollo Empresarial, Felipe Sardi, señaló que el objetivo de la aplicación de las Niif es mostrar las cosas como son, sin ser muy conservadores o muy optimistas, lo que implica un cambio de filosofía y reconoció que la información puede ser más volátil, pero será más transparente.

Desatrasar la tarea

La gerente de Amézquita & Cía, Vivian Amézquita, manifestó que en la gran mayoría de países ya están adoptadas las Niif, lo cual permite tener un estándar global en la lectura de la información financiera y contabilidad de las empresas.

“Colombia todavía no las ha aplicado y esto genera un retraso en todos los sectores de la economía, en relación con la comparabilidad de la información financiera, balances y demás reportes que sirven a los diferentes actores y analistas financieros a nivel mundial”, enfatizó.

Para adelantar esa tarea, los especialistas coincidieron en señalar que es necesario lograr el compromiso de todas las áreas de la organización, pasando por la de sistemas de la tecnología de la información, recursos humanos, control interno, relaciones con inversionistas y comunicaciones a mercados de capitales y finanzas, entre otros.

También señalaron que este es un cambio importante para las sociedades, pues no solo hay modificaciones de denominación o de la nomenclatura de los procesos. “En la mayoría de los casos esto impactará la forma de hacer negocios”, concluyó la exdirectora técnica del Instituto Nacional de Contadores Públicos.