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¿Cómo saber si el contenido que consume de una bolsa de papas es realmente el que se indica en la etiqueta? El Instituto Nacional de Metrología (INM) es el encargado de garantizar que lo anunciado en el producto sea lo correcto.
Esto lo hace a través de la calibración de los equipos con los que trabajan los laboratorios, que prestan servicios de pesos y medidas a las empresas.
En el país, los laboratorios acreditados suman 351 (224 de ensayo, 122 de calibración y 5 clínicos), según datos del Organismo Nacional de Acreditación de Colombia (Onac) al cierre de 2016.
“La cifra todavía es muy pequeña frente a las necesidades de medición que tiene la industria nacional”, indicó a EL COLOMBIANO el director del Instituto Nacional de Metrología, Rafael José Gil Angarita. Aún no existe un inventario que suministre cifras exactas de laboratorios que operan en el país. La entidad da un estimado de entre 5 mil y 15 mil.
“En ocasiones, muchos laboratorios ofrecen la misma magnitud de medición, razón por la cual la trazabilidad de las estas se debe hacer en el exterior”.
A su vez, esa situación incrementa costos de producción y reduce la competitividad de las empresas.
En 2012, se estrenó el INM para respaldar que las mediciones sean confiables, tanto para el sector productivo como para verificar la calidad de un producto o servicio.
Por ejemplo, cuando el sector manufacturero adopta esas métricas, asegura que los bienes producidos cuenten con estándares de medición que cumplan con los requisitos exigidos en el mercado local e internacional, lo que al final redunda en el beneficio de las transacciones comerciales de los consumidores.
Otra ventaja es que se habla en el mismo idioma, es decir, cuando el cliente lee la etiqueta del producto, entiende la medida que ve. En lo que se refiere al comercio exterior, un aseguramiento metrológico derrumba trabas técnicas y avala las medidas de la mercancía.
“También evita el doble conteo, porque un producto despachado desde Colombia genera confianza a los países destino”, dijo el docente y asesor en instrumentación industrial y metrología de la Universidad de Antioquia, Juan Alberto Cano Arroyave. Agregó que consolidar la metrología va generando posicionamiento sobre todo en Latinoamérica.
Aseguró Gil que las participaciones del INM, como observador en reuniones de alto nivel de los comités consultivos de la Oficina Internacional de Pesas y Medidas, lo ubican por encima de países como Perú y Argentina. Cano comentó que Colombia está después de Brasil y México.
En resumen, el instituto es la fuente técnica que custodia patrones nacionales de medición en magnitudes físicas: masa, presión, volumen, temperatura y humedad, y provee servicios de calibración de equipos de medición, asistencia técnica, así como el desarrollo de materiales de referencia en el área química.
“El INM ha buscado la diseminación de conocimiento en temas de metrología a través de capacitaciones y ha propendido por la acreditación de los laboratorios secundarios (ofrecen servicios a terceros) por medio de la realización de ejercicios de comparación entre ellos”, comentó Gil.
Algunos de los beneficios de adoptar estándares de calidad son: el control de materias primas, reprocesos y rechazos; aumento de productividad, pues con los mismos insumos es posible obtener productos con mejores características; y las empresas que acogen programas de aseguramiento metrológico pueden ser más competitivas, ya que pueden cumplir con requerimientos de comercio internacional.
Todo lo anterior “facilita la inserción de sus productos en mercados externos”, aseguró Gil. Añadió que los costos de realizar procesos de certificación de bienes basados en normas nacionales e internacionales varían dependiendo del tipo de norma y el producto a certificar.
La metrología está implícita dentro del derecho constitucional de protección al consumidor, al buscar que el producto (bienes o servicios) cuente con todos los factores de calidad y confianza. Por tanto, el sector comercio debe asegurar la aplicación de medidas justas y equitativas, de tal forma que el cliente pueda tomar decisiones según sus necesidades.
En agosto de este año, se lanzó el laboratorio de referencia nacional en viscosidad para que cerca de 6 mil empresas de los sectores: cosmético, farmacéutico, pintura, alimentos y bebidas, químico y petroquímico y aceites y grasas mejoren sus estándares en calidad. Este espacio es público y le permite a las empresas calibrar sus equipos bajo los estándares internacionales, con los niveles de espesor y viscosidad requeridos.