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Por puertos del Caribe llega comida a Medellín

Ayer no hubo ingreso de frutas importadas. Pérdidas del transporte superan los $155.000 millones.

  • La Central Mayorista (foto) y la Plaza Minorista reportan normalidad en el abastecimiento, pese al paro en Buenaventura. FOTO Juan A. Sánchez
    La Central Mayorista (foto) y la Plaza Minorista reportan normalidad en el abastecimiento, pese al paro en Buenaventura. FOTO Juan A. Sánchez
06 de junio de 2017
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Desde las terminales portuarias de Barranquilla, Santa Marta y Cartagena, en El Caribe, empezaron a llegar desde ayer productos importados a la Central Mayorista de Antioquia (CMA), un suministro que no es habitual.

Así lo confirmaron voceros del principal centro de abastos del Noroccidente colombiano, al explicar que luego de tres semanas del paro en el puerto de Buenaventura fue necesario asegurar el aprovisionamiento de alimentos importados, trayéndolos desde los complejos portuarios ubicados en las costa Atlántica (ver nota anexa).

De los primeros ingresos hacen parte productos procesados como atunes y granos procedentes de Estados Unidos, Canadá y Argentina. Por su parte, la cebolla roja llegó por vía terrestre de Perú y Ecuador; y en el arranque de la semana no hubo ingreso de frutas importadas como la manzana roja o uvas.

Pese a las restricciones para la distribución de mercancías y productos desde Buenaventura, los precios no han observado variaciones alcistas en el Valle de Aburrá, aseguraron los analistas de mercado de la CMA. En el mismo sentido se expresaron voceros de la Central Minorista, donde se indicó que el abastecimiento de víveres y abarrotes es normal.

La estabilidad en los precios obedece a que los comerciantes están abasteciendo el mercado con existencias de bodega o porque han conseguido productos en depósitos de otras ciudades.

Pese a la normalidad en precios que todavía reportan los comerciantes de la CMA, el presidente de Colfecar, Juan Carlos Rodríguez Muñoz, sostuvo que el redireccionamiento de los buques a los puertos caribeños genera sobrecostos operativos del 20 %.

“A lo anterior hay que agregarle la multa de mil dólares que deben pagar por día de atraso de descargue de los buques. Para los transportadores la situación no es diferente, pues los costos operativos de quienes habitualmente hacen la ruta Buenaventura-Bogotá o Buenaventura-Medellín pueden incrementarse en más del 50 %”, mencionó (ver Dicen de...).

Efectos diversos

José Ignacio Duque Serna, comerciante de la CMA, explicó que el impacto de la protesta en Buenaventura ha tenido varias repercusiones.

Una de ellas tiene que ver con el mercado del azúcar, pues ante la imposibilidad de despachar la cuota exportadora, los productores la entregaron en el mercado local a menor precio. “En el caso del café, que no tiene mercado local, un gran volumen del grano está represado en Buenaventura”, comentó Duque.

En ese contexto, desde la primera semana del paro, la Federación Nacional de Cafeteros anticipó que podría observar inconvenientes con los despachos y gestionó cupos en buques desde los puertos de Cartagena y Santa Marta.

No obstante, el gremio reconoció que luego de tres semanas de paro ha dejado de enviar 400.000 sacos a los mercados internacionales, lo que causará incumplimientos que ya han sido advertidos a los compradores y que podrían derivar en extracostos que deberá asumir la Federación.

Alarmas encendidas

Duque señaló que las industrias procesadoras de alimentos para animales, así como compañías importadoras y productoras que requieren materias primas se verán perjudicadas con la prolongación del paro.

En ese sentido, los avicultores agrupados en Fenavi dijeron que la protesta afecta el suministro de alimento para las aves y pone en riesgo la producción de pollo y huevo en el país.

La parálisis en Buenaventura, según el gremio, empezó a presionar los costos de producción de muchas empresas por cuenta de las tarifas de espera de los barcos, pues una motonave fondeada, cuyo descargue no se ejecuta en el tiempo previsto, puede significar hasta 50.000 dólares por día.

La misma preocupación está extendida entre los porcicultores, pues son más de 134.000 toneladas de materias primas que están represadas en Buenaventura. La acumulación de maíz, torta de soya y soya preocupa a la industria de la carne de cerdo, pues estas son las principales materias primas para la elaboración del alimento balanceado, y constituyen el 76 % de los costos de producción.

Ante esa coyuntura, avicultores y porcicultores coincidieron en señalar que el paro en el principal puerto de Colombia impacta de manera directa la seguridad alimentaria de los colombianos debido a que paraliza el suministro de las materias primas para la elaboración de alimento balanceado para los animales.

Danza de cifras

Las pérdidas y perjuicios acumulados por el paro en Buenaventura varían de acuerdo con la fuente que se consulte. Desde la asociación de comercio exterior (Analdex), Javier Díaz Molina, comentó que hay más de 400.000 toneladas de mercancías represadas en más de 28.000 contenedores.

“Para evacuar ese volumen necesitaríamos más de 14.000 camiones. Estamos a la espera de las definiciones entre el Gobierno y los promotores del paro, porque estamos paralizados, pues el fin de semana se suspendieron las caravanas”, agregó Díaz.

Desde la óptica de los generadores de carga agrupados en Defencarga, las cifras son mayores. Según la directora de esa agremiación, Clarita María García, son 693.000 toneladas de carga dejadas de movilizar, y de ellas el 80 %, aproximadamente, es carga de importación.

“A diario se hacen 1.100 operaciones de transporte, hoy si acaso estamos cumpliendo con el 10 % de la movilización”, precisó García.

A su turno, el gremio del transporte Asecarga estimó en 156.012 millones de pesos las pérdidas por la inmovilización de contenedores y de mercancías como fertilizantes, cereales, alcoholes, acero y vehículos en las terminales de la Sociedad Portuaria, TC Buen, Boscoal y Aguadulce.

Una cuenta similar tiene Colfecar, que ubicó en más de 50.000 millones de pesos las pérdidas de los transportadores (por lucro cesante), a lo que se le agregan otros 100.000 millones por el efecto en otras actividades asociadas como comercio, hoteles, restaurantes, talleres y parqueaderos.

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