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A diferencia de lo que ocurre en el sistema bancario colombiano, en el que el 70 % de la cartera corresponde al segmento empresarial y el 30 restante al nicho personal, en el Banco Pichincha esas proporciones están invertidas.
Por eso una de las apuestas de la entidad es equilibrar esas cuentas, y para ello utilizará el préstamo que por 80 millones de dólares le hizo la Corporación Financiera Internacional (IFC, por su sigla en inglés).
Según Eduardo Fernández-Salvador, presidente del Banco Pichincha Colombia, la intención es ampliar la oferta de financiación para pequeñas y medianas empresas (pymes).
“Es un crédito sindicado del cual ya fueron desembolsados 40 millones de dólares y durante este primer semestre se desembolsará el resto. Con esto se facilitará el enfoque del banco en cuanto a financiar al segmento empresarial. La idea es que en el mediano y largo plazo esa composición sea igual, y dentro de esa estrategia es muy importante el apoyo del IFC”, comentó el banquero.
A ese préstamo, se suma la capitalización con 15 millones de dólares de la Corporación Interamericana de Inversiones (entidad adscrita al Banco Interamericano de Desarrollo, BID). Estos recursos serán para respaldar la financiación de pymes en Colombia. Así que Banco Pichincha tiene 95 millones de dólares para atender este segmento.
El año pasado la entidad acumuló utilidades por 16.002 millones de pesos y en su asamblea del próximo 27 de abril, propondrá que los recursos se destinen para la reserva legal, sin repartir dividendos.
“El banco viene creciendo de manera importante desde 2011, a ritmos del 25 y el 30 %, pero el año anterior ante la desaceleración económica, la menor liquidez y el incremento de las tasas, se decidió dosificar ese crecimiento y la cartera creció al 9 %, lo que consideramos un indicador bueno y razonable, en especial porque fue procurado por la administración del banco”, declaró Fernández-Salvador.
El banquero agregó que el tema de la rentabilidad no ha sido el foco central de los últimos cuatro años, y que la preocupación ha estado en aspectos como las inversiones en tecnología, la apertura de nuevas oficinas, la reestructuración organizacional interna y la creación de productos.
Para este año, la meta de la entidad financiera es crecer la cartera en 12 %, impulsada por la demanda de crédito del segmento pyme.
Sobre la dinámica que tendrá este año, la administración del Banco Pichincha admitió que estará marcada por las decisiones que adopte el Banco de la República.
“Es evidente el aumento del índice de inflación debido al fenómeno de El Niño y la transferencia de costos por la vía de la tasa de cambio. Las alzas de la tasa de interés del Emisor ya se están transmitiendo a la economía. Eso nos obligará a ser cautos, desde el punto de vista de nuestro crecimiento y el manejo de la rentabilidad”, manifestó Fernández-Salvador. Concluyó que la perspectiva no es muy optimista, pero confió en que vendrán mejores años
billones en activos contabilizó el Banco Pichincha a
febrero de este año.