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Aunque resentida por los golpes al flujo de caja de la última reforma tributaria, la devaluación del peso frente al dólar y una mayor competencia (leal y desleal), la industria antioqueña muestra signos positivos en el primer semestre para capitalizar un mejor crecimiento en esta segunda mitad de año.
La Encuesta de Opinión Industrial Conjunta para Antioquia, revelada ayer por la seccional de la Andi y consulta a unos 200 empresarios, arroja que su producción crece 4,3 por ciento, las ventas lo hacen a un 5,1 por ciento y usan el 74,9 por ciento de su capacidad instalada, en promedio. En contraste, iguales indicadores nacionales muestran un retroceso (ver gráficos).
“Los empresarios se esfuerza por tener un mejor desempeño en el mercado doméstico, ante una menor demanda externa. Por eso hacen un manejo prudente de sus operaciones, entre incertidumbres por variables como la tasa de cambio”, interpreta Juan David Pérez Ortiz, gerente seccional de la Andi.
En esas condiciones, lo usual es que la industria local tenga un mejor desempeño en el segundo semestre, por lo que el camino abonado sería señal para que se preserven durante la segunda mitad del año los empleos generados en lo corrido del año.
Por su parte, el panorama de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) es de sostenimiento con avances en ventas y esperan un repunte en lo que resta del año.
“Las pymes se preparan para una mayor demanda en este segundo semestre, pero eso pasa por enfrentar un dólar caro frente a materias primas importadas, lo que hace necesario desarrollar más proveedores nacionales”, explica María Elena Ospina Torres, directora de Acopi Antioquia, gremio de las mipymes.
Tanto en grandes como pequeños jugadores de la manufactura regional, sobresalen subsectores como alimentos, textil-confección, cosméticos, productos químicos y servicios. Mientras que empresas metalmecánicas, productos plásticos y de autopartes presentan menor dinámica.