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Terpel tiene un recurso de reposición para enfrentar la decisión de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) que frenó la posibilidad de la compañía de quedarse con el negocio de combustibles de Exxonmobil.
La entidad, sostuvo que “su autorización conduciría a una restricción indebida e indeseable de la libre competencia económica en dicho mercado de los combustibles”, a través de un comunicado de prensa.
En la decisión, la entidad también aseguró que Terpel debe vender a un “competidor independiente” este negocio y que no “podra ejercer control” sobre este.
Mientras esta posibilidad se da, la entidad de control le dio la posibilidad a Terpel de transferir el negocio “transitoriamente a un tercero independiente, con el propósito de que este realice la venta definitiva a un competidor independiente en un término máximo de 6 meses”.
Sobre el negocio de lubricantes, la SIC condicionó la transacción a “la desinversión o venta de la planta de producción de lubricantes de Terpel en Colombia y de las marcas Máxter y Máxter Progresa, venta que deberá perfeccionarse en un plazo máximo de 6 meses”.
Entre los argumentos para estas decisiones, la autoridad sostuvo que se dio para preservar la competencia, en la cadena de valor de distribución de combustibles, así como en lubricantes.
Las multas por incumplir esta decisión podrían llegar hasta 75 mil millones de pesos aproximadamente.
Pese a que EL COLOMBIANO intentó consultar a la compañía de hidrocarburos, no dio declaraciones y en cambio publicó una comunicación ante la Superintendencia Financiera en la que afirmó que no ha sido notificada de la decisión de la Superindustria .