Los inmigrantes benefician a las sociedades a las cuales se integran. Aquellos países que acogen una gran variedad de inmigrantes se hacen más ricos, más productivos y más innovadores. Las regiones que reciben el mayor número de inmigrantes crecen más rápidamente. Así lo demuestra la experiencia de los Países Bajos en el siglo XVII, la del Reino Unido en el siglo XIX y la de Estados Unidos en el siglo XX. Además del talento, la iniciativa y el afán de superación que aportan a su nueva sociedad los inmigrantes, la interacción con los habitantes locales crea una simbiosis que favorece a ambas partes.
Con motivo de la Asamblea General de las Naciones Unidas y la Cumbre sobre Inmigrantes y Refugiados del mes de septiembre, los alcaldes de Nueva...