Como ciudadano preocupado, me siento desmoralizado, pensando en lo compleja que es la administración de un país, y el hilo tan delgado de tiempo para ejercer la gobernabilidad. Por momentos, he tenido la sensación de que en la vida nacional van surgiendo hechos, investigaciones y escándalos que distraen o tapan lo que realmente subyace en la vida del país. Algunas veces he tenido la sensación de que son, simplemente, picos altos y bajos del acontecer nacional. Pero ahora tengo la certeza de que esos angustiosos sobresaltos son el modo de nuestro día a día. Vivimos de escándalo en escándalo, de corrupción en corrupción, de la Fiscalía a la Contraloría, de los comités de ética de los partidos a la Corte Suprema.
Y me pregunto en qué momento los...