Por Isabela Olarte ZapataUniversidad Pontificia BolivarianaFacultad de Com. Social, 8° semestre isabella.olarte22@hotmail.com
Indiscutiblemente este año pasará a la historia como uno de los más difíciles de digerir y asimilar. Lo sucedido con el vuelo siniestrado -aeronave tipo RJ85- que transportaba a la delegación del club Chapecoense a la ciudad de Medellín, para disputar la final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional, nos dejó, una vez más, quietos en primera. Sin palabras, desconcertados, en el limbo. En ese mismo del cual no hemos salido desde que este alocado 2016 decidió rodar.
Lo cierto es que somos testigos de tragedias de esta magnitud y aún nos sigue costando creer que nuestro paso por la vida es frágil y fugaz. No dimensionamos...