Tras pasar unos días en México poco antes de la toma de posesión del presidente Andrés Manuel López Obrador el 1° de diciembre, no puedo decir que encontré un clima de optimismo generalizado. Comparado con lo que vi en una visita anterior unas semanas antes, encontré un país que ha pasado de la esperanza al nerviosismo.
López Obrador, que será el primer presidente de izquierda de México en varias décadas, tomó varias medidas populistas en las últimas semanas que han sacudido la confianza de los inversionistas y han provocado que la bolsa mexicana caiga a su nivel más bajo en cuatro años y medio.
Incluso antes de asumir el cargo, el índice de aprobación de AMLO —como es conocido aquí, por sus iniciales— cayó del 65 por ciento en agosto al 56 por...