Inundadas las redes sociales de odio entre humanos, decidí deleitarme viendo los abrazos, allí publicados, de la amistad entre animales y humanos: una leona que salta eufórica sobre un hombre que le abre una reja, lo abraza con sus temidas garras y quiere comérselo a lametazos (léase besos). Un ganso que corre con sus patitas, graznando de la emoción, se lanza con las alas abiertas sobre la nuca de una mujer y acepta sin repulsa los brazos y abrazos que ella le ofrece. Un oso está acostado sobre un hombre del que solo se ve la cabeza y lame (besa) con ternura su cara; las garras tratan de abrazarlo y la inmensa cabeza se recuesta con cuidado sobre la cabeza humana. Lo que me parece un águila picotea (besa) con cuidado la cabeza de un hombre....