POR: NED RESNIKOFF
California está a la vanguardia de la transición de Estados Unidos lejos de una economía basada en el carbono. Pero el Estado se arriesga a dar un gran paso hacia atrás si sus votantes aprueban la Proposición 6, que revertiría un aumento reciente del impuesto a la gasolina y, con ello, una fuente importante de financiamiento para el transporte. La iniciativa de la votación daría a los californianos precios más bajos en la bomba de gasolina, pero solo sacrificando el transporte masivo sostenible que necesitamos si vamos a dejar de cocinar al planeta.
Si la Proposición 6 se convierte en ley, y oficiales en otros estados deciden seguir el ejemplo de California, sería un golpe a la sostenibilidad en el peor momento posible. La semana...