El domingo 2 de octubre los colombianos decidirán si apoyan o no los acuerdos entre el gobierno y las Farc. Sin embargo, la tensión entre los que aceptan los acuerdos y los que no, se empieza a poner más pesada.
Quienes van por el No pintan el futuro difícil tildando a los del Sí de cándidos inocentes frente a los lobos de las Farc. “¿No ve que así empezó Venezuela, y mire cómo está?”, dicen tajantemente. Mientras que los del Sí, empiezan a apasionarse con la posibilidad de ver a Colombia en paz y salir del conflicto anacrónico, pero sin dejar de tildar a los del No de esbirros del uribismo.
Entonces, de lado y lado empiezan el fervor y la efervescencia, que se alimentan del juego electoral donde las maquinarias y el aparato del estado halan...