Uno de los grandes males del populismo es que construye una idea de desarrollo donde el protagonista es el Estado. Les encanta la palabra redistribuir y creen que el mejor para crear riqueza y bienestar es el erario público. Por eso los populistas siempre están utilizando frases como “cobrar más a los ricos” y son los primeros en señalar que son los impuestos la base de la construcción de equidad.
La retórica es fácil y capaz de convencer incautos. Nadie desconoce que los impuestos son un mecanismo de reasignación de recursos donde a través del gasto estatal se pueden proveer bienes públicos como educación, seguridad, salud, justicia, etc. Pero no es menos cierto que la asfixia tributaria también tiene la capacidad de afectar y destruir a quienes...