Señor alcalde Federico Gutiérrez:
Con mucha sorpresa, un pequeño sector de la sociedad medellinense que gusta del arte de la tauromaquia, escuchó perplejo de su boca enorgullecerse al anunciar que no habría temporada taurina este año en nuestra ciudad, y que ello iba en consonancia con la política del no maltrato animal en la ciudad.
Con sorpresa por tres razones:
1. Según se podría interpretar de sus palabras, pareciera que nuestra primera autoridad desconoce que en Colombia hay ley contra el maltrato animal, la 1774 de 2016, lo que nos gusta, pero que de ella está exenta la actividad taurina, regulada y amparada por otra ley, la 916 de 2004, misma que establece el reglamento nacional taurino y rige toda la actividad taurina en Colombia.
2. Contradice otras palabras dichas por usted cuando era candidato en un debate en un canal nacional, en las que afirma que aunque personalmente no gusta de las corridas de toros, ni participa de ellas, y no destinaría un peso del erario público para esta actividad (lo que está bien, eso no sucede hace una década), respetaría a quien sí las haga porque la ley nos ampara.
3. Menciona que después de unos diálogos con los nuevos socios mayoritarios del Centro de Espectáculos La Macarena, la empresa D’Groupe SAS, ellos han desistido de lo ya pactado con la empresa mexicana Casa Toreros en cuanto a las corridas ya programadas, anunciadas y preparadas. ¿Eso significa que convenció de algún modo a los empresarios de D’groupe? ¿No sería eso presión indebida, a sabiendas del cargo que usted ostenta?
Como un aficionado más, y en nombre de la afición taurina, con sumo respeto le pido que, en acatamiento a la Ley 916 de 2004, que en Colombia regula y protege el espectáculo taurino, honre su palabra de candidato y ciudadano y en coherencia con el espíritu democrático, pluralismo y respeto por las minorías, haga lo que esté a su alcance para procurar que los taurinos podamos ejercer en libertad y paz nuestro derecho con la feria ya anunciada para febrero.
Sin apasionamientos, con toda objetividad, y con la seriedad que implica separar los gustos personales del acatamiento a la ley, del que usted debe ser el primero en dar ejemplo, le pedimos que la cumpla y la haga cumplir, pues mientras una ley en Colombia esté vigente, es porque quienes nos representan en el gobierno consideran que implica un bien para la sociedad o un sector de ella y nos guste o no, tiene que respetarse..