La semana anterior un columnista de este periódico que no oculta su animadversión por los catalanes, se burló de sus aspiraciones independentistas y evidenció el desprecio que tienen en algunas partes del resto de España por esta región y por su gente, tan parecida a los antioqueños.
Es difícil entender a los enemigos de la soberanía catalana, pues sus argumentos para intentar justificar su posición terminan formando una absurda contradicción de la que no parecen conscientes.
Desde el otro lado del Atlántico a uno le queda difícil entender ¿cómo es que quienes despotrican de Cataluña por tanto mal que supuestamente le hace a España y tanto les molesta el sentimiento nacional catalán, por qué quieren retenerla por la fuerza y la chantajean por...