Por Mark Urban y Linda Deegan
Llegamos al punto más alto en el borde norte de la Cordillera de Brooks en Alaska, y desde las ventanas del vehículo miramos a través de las laderas ondulantes hacia el Océano Ártico. En lugar de ver nieve como lo habíamos hecho en años anteriores, nos saludó un paisaje verde de primavera.
Volamos en helicóptero hacia nuestro remoto campamento y nos deshicimos de nuestros pesados parkas. Los peces que veníamos a estudiar ya se abían desaparecido aguas abajo a desovar.
Ahora nos damos cuenta de que lo que vimos en mayo pasado fue histórico, el mayo más caliente para la cuesta del norte de Alaska durante lo que los científicos recientemente concluyeron fue el año más caliente registrado para la tierra. También vimos...