Por LLUÍS BASSETSredaccion@elcolombiano.com.col
El cóctel era explosivo y acaba de estallar. Dos son sus ingredientes: un príncipe medieval, cruel y sanguinario y un país de economía globalizada, primer exportador de petróleo, socio de las principales multinacionales e inversor de máximo nivel en las bolsas europeas y americanas, segundo cliente del mercado armamentístico mundial y aliado estratégico y protegido de la primera superpotencia bajo la caótica presidencia de Trump.
La trágica muerte de Jamal Khashoggi en manos de los sicarios del heredero de la corona, Mohamed bin Salman (MBS) es una nueva y grave avería en la globalización desgobernada de la época trumpista. Crímenes como el del consulado de Estambul ha habido muchos en la historia,...