Los colombianos estamos hastiados de la interferencia extranjera en nuestro suelo. Hastiados de oír a tantos “personajes” internacionales, algunos representantes de gobiernos extranjeros u organizaciones mundiales, venir a darnos cátedra o a amonestarnos con el mayor descaro, como si fuéramos una colonia dependiente de ellos, una democracia recién fundada, o una nación de peleles que pueden ser manipulados, castigados o retados, por potencias extranjeras o sus ciudadanos....