Argumentaba Hitler en Mein Kampf, que “la propaganda efectiva apela a los sentimientos de la audiencia más que a su capacidad de razonamiento”. Se basa esta en “fórmulas estereotipadas” que se repiten una y otra vez para inculcarles sus ideas en la cabeza a las masas, mediante fórmulas sencillas de amor u odio, bien o mal para atacar al enemigo, empleando argumentos unilaterales e intencionalmente sesgados. Recordemos que el estereotipo se define como la idea, opinión, concepción o imagen, muy simplificada, aceptada por un grupo sobre algo o alguien.
Aunque se ha asociado la propaganda, por lo general, con regímenes totalitarios como la Alemania Nazi y la Unión Soviética, el académico Jason Stanley, profesor de filosofía en la Universidad de...