Por MARIO BERLANGAredaccion@elcolombiano.com.co
A muchos de mis amigos y compañeros de clase aquí en Estados Unidos les importa hacer del mundo un lugar mejor y tratan de hacer compras que reflejan sus valores. Algunos se han vuelto vegetarianos para salvar animales o luchan contra el cambio climático. Otros compran cosméticos no probados en animales, café de comercio justo o diamantes sin conflicto.
Sin embargo he notado en fiestas y festivales que algunas de estas mismas personas toman éxtasis o esnifan cocaína. Ellos creen que el uso de estas drogas es un crimen sin víctimas. No lo es. Siga la cadena de suministro y encontrará un rastro de horrible violencia.
En México, el número oficial de muertos del tráfico de drogas en la última década...