En medio de encuestas y cábalas electorales se mueve el país. Abundan las especulaciones de los arúspices, más que politólogos, que vaticinan éxitos y derrotas en los diversos partidos, facciones y coaliciones que como supervivencia, sirven de salvavidas para algunos aspirantes presidenciales que ya prematuramente tienen el agua al cuello.
Se perfilan los dos grandes bandos para conquistar las urnas. La coalición llamada de centro derecha y su contraparte, el centro izquierda. Formadas por dirigentes con cauda y mando, por arribistas sin opinión alguna, por supérstites de los que fueron alguna vez las dos grandes colectividades tradicionales de Colombia. En la capacidad de aglutinar, de convencer, de movilizar, estará el éxito. O irremediablemente...