Muchos de los grandes descubrimientos científicos de la humanidad han ocurrido en espacios que no precisamente laboratorios llenos de tubos de ensayo y de maquinaria especializada. Recordemos que Arquímedes le dio vida a su principio de flotabilidad, estando sumergido en un baño público. Newton formuló su teoría de la gravedad gracias a una manzana que le cayó de un árbol. Y más recientemente Stephen Hawking se inspiró en las visiones de la luz que recibía cuando se ponía un saco, eso muestra la película La Teoría del Todo.
Ello reafirma la vocación científica por darle sentido a las cosas más simples de la vida, pero también por generar el conocimiento para mejorar el diario vivir. Podría decirse que una de las manifestaciones avance de una...