Carlos E. Restrepo le preguntó ¿Qué le apasiona? Él respondió: “Trabajar con la gente. Lo aprendí de mis mentores: uno como líder debe acompañar el desarrollo de las personas y yo disfruto mucho haciéndolo. Para mí es un privilegio poderles servir a los demás. También me encantan los retos grandes, las apuestas complejas, aquellas que para muchos son imposibles de lograr, pero que si uno se reinventa sí se pueden hacer”. Nos dijo que él se hubiera sentido igualmente realizado si se hubiera jubilado en alguno de los cargos que antes había desempeñado en la compañía.
Un requisito básico de una estrategia es plantear las aspiraciones de la compañía, su propósito. Contrario a lo que se creía antes, hoy si se quiere enganchar a clientes y especialmente...