La Corte Constitucional avaló la ley del plebiscito para refrendar los pactos entre Santos y las Farc.
Arregló parte del engendro: el Presidente quería hacer del plebiscito un mecanismo de reforma constitucional, “jurídicamente vinculante”, es decir, quería convertirlo en un referendo escondido. La Constitucional aclaró que los efectos del plebiscito “tienen un carácter exclusivamente político” y “no implican la incorporación de un texto normativo al ordenamiento jurídico”. Dicho de otra manera, para que lo aprobado en La Habana modifique la Constitución y se convierta en leyes tendrían que realizarse los trámites pertinentes en el Congreso. Sin embargo, la corrección es inocua: como Santos había precavido esa posibilidad, hizo aprobar a las...