Por Juan Pablo Cárdenas Á.
Universidad EIA
Ingeniería Ambiental. 10° semestre.
Jpcardenasa27@gmail.com
Es el enredador, el berraco, el avispado, el que convence, seduce, vende caro y consigue barato. Es un personaje sin género, edad o código moral definido. Es el hombre elocuente y está en todas partes, en la calle, la iglesia, la clase, los negocios y la política, sobre todo la política.
El hombre elocuente empieza su discurso con una retórica impecable. Su tono de voz, expresiones y lenguaje corporal refuerzan magistralmente sus argumentos, los cuales va hilando articuladamente, con el ritmo preciso para llevar al espectador a la conclusión indudable.
Nótese, que lo anterior habla solo del empaque, no del contenido. Es difícil ignorar la apariencia...