No creo que las guerras se resuelvan con justicia. O para decirlo de una manera más tajante: justicia y paz no es más que una frase; en la resolución de las guerras se trata de justicia o paz. Por ello no es raro que el punto flojo del Acuerdo con las Farc, en mi opinión, sea el de justicia. Todo esto, dicho aquí de manera brusca, lo argumento con más delicadez y rigor en mi más reciente libro (“Responsabilidad y reconciliación ante la justicia transicional”, Editorial Eafit, 2017).
La Jurisdicción Especial para la Paz –JEP– es un hecho así falte la mitad de la implementación. El gobierno nacional dejó para lo último la aprobación de la ley estatutaria que regula la JEP y ahora estamos metidos en todos los enredos del mundo para sacarla adelante....