En medio de tantas urgencias hay que sacar el espacio para hablar de lo importante. Eso hizo el periodista y escritor Guillermo Zuluaga hace poco (“No es Peláez; el problema es el fútbol”, El Espectador, 21.10.17). Siendo Zuluaga un hombre curioso, crítico, sabedor de fútbol y autor de varios libros sobre él, carente de materialismo y apasionado, se puede deducir que es hincha del Medellín. Su columna se despacha contra el dueño y el presidente del equipo y, haciéndolo, sangra por la herida de todos nosotros que es como la del ícono del Sagrado Corazón.
Confiesa su inclinación por el romanticismo y se le nota cuando, en cierto modo, pone el fútbol ante la disyuntiva entre el potrero y el negocio. Yo no lo creo y no es solo por mi espíritu contrario...