La movilidad de Medellín suele borrarnos la sonrisa de la cara. El solo término tiene una connotación negativa asociada con caos, tacos, retrasos, irrespeto a las señales de tránsito, accidentes, muertes que pudieron evitarse, congestión visual, auditiva y contaminación ambiental, entre muchos más. Pero hay una buena noticia: La Secretaría de Movilidad y el Metro de Medellín están trabajando a varias manos en un proyecto cuya finalidad es estructurar y diseñar un modelo de gestión cultural para el transporte público colectivo de Medellín, TPM.
Por ahora está en la etapa del diagnóstico, mediante grupos focales con líderes barriales, empresarios, comunicadores, columnistas, transportadores, conductores, usuarios y peatones que responden preguntas...