Por ENRIQUE FERNÁNDEZ F.
Ubicados en el centro de la sala (y de la actualidad nacional), conversamos con mis hijos sobre los extremos bajo los que ha fluctuado la campaña del plebiscito por la Paz. Comentan mis hijos que de un tiempo para acá, desde que comenzaron las negociaciones en La Habana, oyen más que nunca hablar de la guerrra (sí, así, con muchas erres). Que el presidente de la República comenzó a pintar un país en guerrra, la que él quería parar. Líderes de izquierda, periodistas y analistas (por supuesto los “violentólogos”, especie autóctonamente colombiana) no bajan la guerrrra de sus discursos. Mis hijas preguntan a sus hermanos si es que no sabían que aquí había guerra (con una erre). Ellos responden que en sus estudios han entendido...