Es sorprendente como los debates sobre decisiones trascendentales se llevan a cabo sin un análisis riguroso previo sino sobre la base de posiciones ideológicas o juicios de valor. Es lo que está ocurriendo con el proyecto de ley por la cual se crean las Zonas de Interés de Desarrollo Rural, Económico y Social (Zidres ). Pese al pésimo nombre que les han puesto a esas zonas, la idea de dotarlas de regímenes especiales que coadyuven a su desarrollo tiene sentido. Hay regiones, como la Orinoquía o las zonas de ganadería extensiva de algunas regiones de la Costa Atlántica, que necesitan un tratamiento diferencial que haga posible el pleno desarrollo de su potencial.
El problema político que enfrenta el proyecto de ley para las Zidres es que a...